martes, 28 de mayo de 2013

"LOS BUDDENBROOK" de Thomas Mann



Esta ha sido la primera novela escrita por Thomas Mann con tan solo 25 años y fue por ella por la que recibió el Premio Nobel de literatura en 1929. De este autor ya hacía años que me había leído Muerte en Venecia pero no fue una novela que me llamase mucho la atención. Los Buddenbrook, sin embargo,sí que tenía ganas de leerla y una tarde paseando por el FNAC no me lo pensé dos veces y me la compré.
Tras esta leí La montaña mágica (reseñada también en este blog) y tengo que reconocer que me costó mucho más terminarla. A Mann se le ha valorado y se le conoce más por esta última pero considero que en Los Buddenbrook se condensa más su estilo a la vez que resulta mucho más amena.
No pretendo entrar en debates acerca de una u otra ya que cada una es totalmente independiente pero a la hora de recomendar una de las dos, opto por la segunda.
Con respecto a los datos autobiográficos del autor os remito a la reseña de La montaña mágica

Sinopsis: en el subtítulo del libro ya nos da la pista: "decadencia de una familia". Mann nos cuenta de forma autobiográfica la historia de tres generaciones de una familia de comerciantes de Lübeck (de donde era el propio autor).


Por tanto, estamos ante una novela de saga familiar que abarce desde 1835 hasta 1876. Con ello, Mann se propone reflejar a la perfección tanto el estilo de vida, las costumbres y el modo de pensar y actuar de esta burguesía emergente y adinerada. Vidas tediosas y comportamientos en muchos casos absurdos. Ya en la Primera parte,constituída por los diez primeros capítulos, nos describe una cena familiar en la que quedan plasmados esos modales y costumbres rancias propias de la época y clase social.
En una ocasión oí hablar del llamado "síndrome de los Buddenbrook" como un término propio ya de la Economía. Digamos que viene a explicar esta degeneración. La primera generación constituye los fundadores y creadores de la empresa, son los que poseen ese espíritu emprendedor. La segunda generación es la encargada de aumentar el capital y sobretodo el prestigio social y la tercera es la que propicia la decadencia ya que dedica su tiempo a actividades de ocio.
Por tanto, el logro del autor con esta novela es que, no sólo ha sabido reflejar la decadencia de una familia de burgueses en todos los planos (social y económico) sino que supone también la decadencia de todo un mundo y toda una sociedad.

Es una novela muy amplia (884 pág.) con sus correspondientes altibajos: Hay momentos que resultan de lo más entretenida, como cuando Tony va a veranear en la costa y otros momentos en los que se hace de lo más tediosa, sobretodo con los temas relacionados con la política ya que la familia tiene un especial interés en adquirir cargos políticos y no sólo económicos.
Digamos que ,en realidad, es una novela en la que "no pasa nada", exceptuando los acontecimientos familiares.
En una ocasión leí una reseña en la que se hacía una comparación entre esta novela y Cien años de soledad de García Márquez. A mí no se me hubiese ocurrido pero sí que es cierto que en ambas se presenta una cierta similitud en el hecho de que son dos sagas familiares que, en apariencia, lo tienen todo para prosperar y seguir creciendo pero, por distintas circunstancias, están destinadas a desaparecer. Es cierto que son dos puntos de vista muy diferentes, por un lado el colombiano, y por otro el alemán pero comparten un mismo fin: su extinción.

Con esta novela, y a través de sus personajes, Mann ha ido buceando por diferentes temas. Por un lado, de forma aparente señala esa bonanza económica y esa idea burguesa: "lo primero el negocio y lo segundo la familia".
Ahondando más incluye otros temas de tipo moral como: el divorcio (representado por Tony, la cual se divorcia en dos ocasiones), la religiosidad,el concepto de la mujer como otra forma de ascenso... pero todo ello como un medio para lograr un fin. el prestigio y el dinero.
Por tanto, digamos que, al igual que ocurre en La montaña mágica Mann utiliza a sus personajes para dejar señaladas reflexiones más profundas como las relaciones con el espíritu, la belleza, el arte...
Tampoco hace hincapié en los acontecimientos históricos que suceden a lo largo de ese lapso de tiempo. Lo que sí que nos narra, y tampoco de forma muy exhaustiva, es la Revolución de 1848: La revuelta de la canaille. Este es el acontecimiento social más importante de la novela pero pasa por él de puntillas. En ese momento el proletariado y los obreros, rodean el edificio del Senado para protestar :"Entonces,¿qué quería el pueblo? Querían tirarse al cuello de los señores, nada más".
Pero para Johan Buddenbrook el orden social se rompe a partir del momento en que se percata de que no se han encendido los faroles de la plaza. Para el Cónsul este hecho fue "una manifiesta e insólita ruptura del orden". Es por ello que se encara con los manifestantes consiguiendo calmar los ánimos y que la revuelta no fuese más allá.

Con los personajes no me voy a entretener mucho ya que el desfile familiar es muy variado. He agradecido mucho el árbol genealógico incluído al inicio del libro pudiendo así echar mano de él en momentos de confusión.
Como he mencionado antes, Mann utiliza a todos los personajes como un modo de ahondar en reflexiones más profundas y de lo más variadas: el espíritu, la belleza, el arte...Por tanto, digamos que lo importante es la intrahistoria de los personajes ya que le servirá de excusa para hablar de este tipo de temas.
De todos ellos, el personaje más destacado y al que yo he considerado protagonista de la novela es Antoine (Tony), hermana del comandante Johann. Digamos que la mayoría de los acontecimientos vividos por la familia giran en torno a ella. Ya desde el principio de la novela es presentada como una niña muy vivaracha y como según dice el narrador: "la época de adolescencia de Tony fue una época muy feliz". Observamos un cambio en ella a raiz de esas vacaciones que pasa en la costa y donde conoce a un joven estudiante. Acaban enamorándose pero la familia de ella no permita que pueda casarse con un hombre que "no suponga un buen partido". A partir de este momento se observa un importante cambio en su personalidad; se vuelve mucho más fría e incluso más fuerte. Su mentalidad, al principio parece ser algo más avanzada que la del resto de mujeres de la época, pero al final termina por sucumbir en esas ideas retrógradas basadas en el dinero y la fama.
Pasará por un montón de adversidades: dos divorcios, vergúenza, fallecimientos,pérdidas económicas...pero de todas ellas saldrá airosa y con más entereza que el resto de la familia.


La propia mansión de los Buddenbrook acaba conviertiéndose en un personaje fundamental ya que sirve como símbolo de ese poder y posterior decadencia.
Es interesante la placa que hay en el exterior en la cual se inscribe lo siguiente: "Dominus providebit" 
(Dios proveerá). Dejaban que Dios les ayudase y guiase en los negocios.




Qué decir de su estilo: Impecable. Enseguida nos damos cuenta de que estamos ante una obra de arte. Es una de esas novelas que, en posteriores lecturas descubres nuevos matices.
Es un escritor que profundiza mucho en cada frase tratando de transmitir a la vez más de una idea. Esto se va casi mejor en La montaña mágica y de ahí que salgan novelas tan largas.
Se aprecia mas bien un tono serio y el poco humor que se percibe, como el mencionado con la anécdota de los faroles, le sirve como instrumento para un fin, un fin que vá mas allá...pura inteligencia.

Este estilo tan cuidado lo observamos también a la hora de reflejar los distintos ambientes los cuales están perfectamente detallados. La mayoría de acontecimientos y diálogos trascendentes suceden tras los muros de esa gran mansión. Parece como si formásemos parte de esa familia y nos sentásemos a comer en su misma mesa.
Por tanto, todo está descrito a la perfección y no sólo el ambiente sino el vestuario, los gestos, las acciones...sin obviar el mas mínimo detalle.



Me gustaría también incluír en esta reseña las tres grandes influencias literaria que han sido decisivas en la obra de Mann:
1) Schopenhauer; por ese lado pesimista, sobretodo al final ya que el senador no cree que su hijo Hanno continúe con el negocio.
2) Nietzsche; por ese lado misógino,ya que las mujeres parecen ser las que instigan al hombre para que consiga el dinero y el prestigio a toda costa.
3) Edgar Allan Poe y su cuento La caída de la casa Usher en la que narra el derrumbe mental de una familia, al mas puro estilo romántico y que le sirve también como exploración de la mente humana.


Conclusión; considero esta novela de lectura obligatoria, no así La montaña mágica de la cual entiendo que pueda resultar "insufrible". Aún así tampoco quiero entrar a comparar una con otra  ya que cada una a su manera reflejan a la perfección el estilo de Mann y la sociedad de una época.
No está de más leer a uno de los autores mas importantes de la literatura universal.

Quisiera también comentar la versión cinematográfica de esta novela dirigida por Heinrich Brehoer. Me ha parecido un versión bastante buena, me gustó pero he de reconocer que le faltaba algo, aunque no sé realmente el qué.
Por un lado, reconozco que han elegido los episodios mas importantes de la saga y los han comprimido de forma bastante aceptable. Por otro lado, tanto la ambientación como el vestuario están muy cuidados, pero no sé si son los actores, los diálogos o incluso el ritmo (un tanto lento) que, a pesar de que podía haber sido todo un éxito, no ha llegado a serlo.
A pesar de todo sí que recomiendo verla tras la lectura ya que te introduce de forma exquisita en ese ambiente de lujo, salones, bailes...


Aquí os dejo el tráiler



A modo de Post Data voy a incluir un detalle anecdótico: En la novela La caída de los gigantes de Ken Follett, uno de sus personajes, el alemán Walter Von Ulrich, menciona en una ocasión que para descansar y "matar el tiempo" se sienta a leer la novela de un compatriota suyo: Los Buddenbrook.


"- ¿Cómo era eso? ¿Cómo...era?
- ¡Ay, demonio! ¿Cómo era? C'est la question, matrès chère demoiselle
La consulesa Buddenbrook, sentada al lado de su suegra, en el sofá de líneas rectas,lacado en blanco, tapizado en amarillo claro y adornado con una cabeza de león dorada en lo alto del respaldo, dirigió una mirada a su esposo,instalado junto a ella en un sillón y salió en ayuda de su hija pequeña a quien el abuelo sostenía sobre las rodillas, junto a la ventana".