martes, 29 de octubre de 2013

"LA NIETA DEL SEÑOR LINH" de Phillipe Claudel



La nieta del señor Linh es una de esas novelitas que, a pesar de su breve extensión (126 pág.), dejan huella.
La he leído por recomendación de mi hermano mayor y se lo agradezco ya que ahora soy yo la que la recomiendo.
No me extenderé mucho con esta reseña ya que su originalidad radica en las sorpresas con las que se va encontrando el lector a medida que va conociendo a su entrañable protagonista.
De su sinopsis tampoco diré demasiado: acompañamos al señor Linh, un anciano que desembarca en un país (que suponemos que es Francia) proveniente de otro país indeterminado (algún lugar asiático, probablemente Vietnam) huyendo de una guerra que ha terminado con su aldea natal y con su familia, a excepción de su nieta, un bebé de pocos meses que lleva consigo.
Asistimos, pues, a la situación en la que se encuentra un exiliado en un país desconocido del que ni siquiera conoce su lengua.
Como añade la contraportada es una exquisita fábula sobre el exilio, la soledad y la lucha por preservar la identidad pero yo añadiría también que es sobretodo una fábula sobre la amistad.

A base de pequeñas pinceladas Claudel logra describir a la perfección a los dos personajes principales de la historia:
- El señor Linh; es un superviviente, un anciano entrañable que muestra una gran desconfianza, no sólo por el desconocimiento del país, sino también por el deseo de proteger a su nieta a toda costa. Se entregará en cuerpo y alma a ella ya que es el único miembro de su familia que ha sobrevivido.
Lo sentimos como un hombre solo, abandonado a causa de la guerra, como un intruso en un país que desconoce.  "Ahora el señor Linh es viejo y está cansado. Aquel país desconocido lo agota[...]. Está a miles de kilómetros de una aldea que ya no existe[...] a miles de días de una vida que antaño fue hermosa y feliz"
"Y comprende que está solo en el mundo con su nieta. Solos los dos. Que su país está lejos. Que su país, en cierto modo ya no existe. Ya no es mas que fragmentos de recuerdos y sueños que solo sobreviven en su cabeza de hombre viejo y cansado"
"No es posible volver a lo que se ha perdido, piensa el señor Linh"
 Pero este sentimiento de soledad desaparece cuando conoce al señor Bark

- Señor Bark;   entabla una entrañable amistad con el señor Linh a pesar de que no comparten el mismo idioma. Es un hombre de ciudad, bonachón y un fumador empedernido. Debido a la pérdida de su mujer se halla en la misma situación que el señor Linh. Ambos se sienten solos pero lograrán entenderse a través de gestos y miradas.

Como corresponde a este tipo de relatos, Claudel presenta un estilo ágil, sencillo... convirtiéndola en una lectura de lo más amena
El narrador es omnisciente y el tiempo y el espacio quedan indeterminados. Imaginamos que Linh llega a Francia desde un país asiático, posiblemente Vietnam (como ya he mencionado antes).
Prima la narración sobre la descripción. Sí que nos describe la aldea de Linh cuando éste entra en sus ensoñaciones, recordando también el mercado de su aldea.
"Los campesinos acudían a vender sus productos o a comprar otros, vivían en pueblos parecidos al suyo, entre arrozales y bosques en la ladera de las montañas, cuyas cimas se veían rara vez pues casi siempre estaban envueltas en bruma".
O como cuando trata de recordar el olor del mar: "Cuando inspira no percibe nada. Está claro que este país no huele a nada, a nada familiar o agradable[...]. No consigue percibir el olor a mar, esa mezcla de humedad, salitre y pescado abandonado al sol".

A mi parecer, lo sorprendente de este relato radica en su final. No desvelaré nada aquí pero al final de la reseña añado un spoiler para aquellos que la hayan leído, ya que me gustaría comentar algún detalle con respecto al mismo. Sólo añadir que lo impactante es darnos cuenta cómo hasta qué punto una desgracia puede traumatizar a una persona y cómo al final, el señor Linh sólo ve lo que le gustaría ver o lo que su mente le deje ver ( como un buen Quijote)



Esta es la primera novela que leo de este autor y por supuesto que me ha dejado con ganas de alguna más, a pesar de que también he leído que ninguna de las posteriores la ha superado.
Claudel (1962) ha sido profesor y guinista de cine y televisión. En 2003 recibió el Premio Goncourt de novela y el prestigioso Premio Renaudot por su quinta novela: Almas tristes




En 2008 fue director y guionista de la película: Hace mucho que te quiero por la que recibió el Premio César por la mejor Ópera prima. La recomiendo. Magnífica película protagonizada por la fantástica Kristin Scott Thomas.
Su segunda novela lleva por título: Silencio de amor y, aunque no la he leído, sí he visto su adaptación cinematográfica y es estupenda; al más estilo cine francés, tan entrañable.
Aquí os dejo los tráilers de ambas:




SPOILER: Para los que ya la habéis leído quisiera decir que, a pesar de que no me esperaba ese final sí que encontraba aspectos que no me cuadraban mientras la iba leyendo. Siempre llevaba a la niña en brazos sin quejarse, nunca lloraba y parecía que siempre estaba dormida...También me extrañaba que nadie le echase una mano con ella y sobretodo que le permitiesen llevarla al internado donde lo ingresan...Bueno, parece que no le daba importancia pero tras llegar al final te das cuenta de que todo encaja y que la mayoría de las burlas dirigidas al anciano era por ello.
Su amigo Bark es el único que parece seguirle el juego, y todavía lo valoras más como amigo y como personaje dentro de la historia (incluso le regala un vestido a la muñeca). Digamos que la clave está en este párrafo: "Vio el cuerpo de su hijo y el de su nuera y un poco más lejos, a la niña, envuelta en sus pañales, con los ojos muy abiertos e ilesa y a su lado una muñeca, su muñeca, tan grande como ella, pero decapitada por un trozo de metralla".

Para concluir, recomiendo, sin duda, la lectura de esta novelita, y no sólo a los aficionados a la lectura, sino a los que están iniciándose en ella, ya que sorprende que un libro tan breve encierre tantos temas y saque a florecer tantos sentimientos. Apenas hay acciones pero no deja de sorprender en cada momento por su calidez, dulzura y emoción.

"Un anciano en la popa de un barco. En los brazos sostiene una maleta ligera, y a una criatura, todavía más ligera. El anciano se llama Linh. Es el único que lo sabe porque el resto de las personas que lo sabian están muertas"