Con esta reseña voy a tratar de ser lo más objetiva posible ya que Agustín es un conocido mío y compañero de profesión. Ésta ha sido su tercera novela. La primera, El profesor inocente, como él mismo ha comentado, le sirvió de terapia y con la segunda La buena estrella (que todavía no he leído) obtuvo el primer premio en el I certamen de Novela 'Ciudad de Almeria'.
Autor: Nació en Castejón (Navarra) y es profesor de inglés desde hace más de 20 años. No se siente escritor sino que el hecho de escribir lo considera como un entretenimiento.
Centrándonos en esta novela y como él mismo nos contó en la presentación del libro, la inspiración le vino tras visitar las ruinas de esta ciudad celtíbera: 'la ciudad blanca'. Digamos que, mientras disfrutaba de la visita guiada llegaron a su mente imágenes del asedio y llegó a sus oídos el silbido de las flechas y el aullido desgarrador de sus habitantes. Le sorprendió el hecho de que una ciudad así llegase a enfrentarse con las tropas romanas a sabiendas de que llevaban las de perder.
A mí, la lectura de este libro también me ha servido para descubrir estas ruinas ya que, a pesar de estar en mi propia tierra, desconocía su existencia. Resultan de lo más interesante así que antes de entrar de lleno en el análisis de la novela, os voy a situar en cuanto al entorno de la ciudad y la historia de Contrebia.
Contrebia Leucade (o Leukade) es una ciudad de origen celtíbero que se remonta a la Edad de Hierro. Sus ruinas se han mantenido en relativo buen estado y concretamente está situada en Aguilar del Río Alhama (La Rioja). La mitad de la ciudad está protegida por un acantilado, mientras que la otra mitad por una gran muralla de características únicas para la época.
Poco se sabe sobre su historia, a pesar de su importancia en la evolución de la Península Ibérica. A pesar de ello, algunos acontecimientos sí que fueron recogidos por el historiador Tito Livio, el cual, narró el fin de las guerras sertorianas en las que se enfrentaron Sertorio y Pompeyo (s.I a.C.).
En un breve fragmento de su obra Historia de Roma hace referencia al asedio que sufrió Contrebia por parte de Sertorio durante 44 días. Los contrebienses se mantuvieron firmes y lucharon hasta el final y fue este acontecimiento lo que sorprendió al autor y es por ello que ha querido plasmarlo en la novela.
A la vez, retrata de forma muy fidedigna la ciudad ya que parece que estemos allí, recorriendo sus estrechas callejuelas. Tanto la gran muralla como el foso, jugaron un papel muy importante en el asedio y lo mismo ocurre con las cloacas las cuales adquieren un protagonismo importante dentro de la novela.
Os dejo aquí un recorrido virtual de la ciudad para que os hagáis una idea de cómo están sus ruinas. Este vídeo pertenece a la serie Rioja Cultura
En la presentación del libro también estuvo presente el historiador y profesor riojano Pablo Ijalba, el cual se encargó de ponernos un poco al día sobre la figura de Sertorio (el gran olvidado).
Quinto Sertorio fue un magnífico militar, enemigo de Sila. Esta enemistad se forjó porque, en un principio Sila había nombrado a Sertorio Pretor de la Hispania Citerior pero, cuando Sila se apoderó de Roma, le quitó el título otorgándoselo a otro y esto provocó que Sertorio se rebelara tratando de ganarse el favor de las tribus indígenas de la Península. Sila mandó a Pompeyo para que frenara los embites de Sertorio y al final fue vencido pero por traición.
Fue un magnífico militar y un gran estratega que supo aprovechar las habilidades de los hispanos, surgiendo ya entonces las llamadas guerra de guerrillas. Por un instante llegó incluso a emular la República romana en Hispania.
Sinopsis: Se trata de una historia contada en primera persona por su protagonista a modo de flash-back. Siendo ya adulto, se presenta acompañado de Máximo Tiberio, ante las puertas de Contrebia Leucade, su ciudad natal y su memoria comienza a viajar remontándose al año 77 a.C. Por aquel entonces, el general romano Sertorio se rebela contra Sila y, acompañado por los lusitanos, decide conquistar la Península. Para combatir a Sertorio, Roma crea y manda el ejército de Pompeyo el cual está a punto de llegar desde los Pirineos.
Cuando Sertorio llega a las puertas de la ciudad blanca, se encuentra con que su gobernador Ambón lo odia y decide resistir. No quiere participar en una guerra civil que no le incumbe. A partir de ese momento, el lector será testigo de lo que sucede en el interior de esa ciudad asediada y observamos cómo la caída del último bastión celtíbero, dependerá del hijo de Ambón, Kalaitos, y de Nestor, un esclavo llegado a Contrebia poco antes del asedio y que no es quien aparenta ser.
La verdad es que el argumento me pareció bastante atrayente ya que yo siempre he estado más acostumbrada a leer otro tipo de novela histórica, más relacionado con la Edad Media. Además son unos acontecimientos de los que apenas tenemos conocimiento.
El propio Agustín reconoce no haberlos conocido hasta que no visitó las ruinas de Contrebia. De Sertorio no se habla en los institutos, quizás por su faceta de rebelde ante el Imperio Romano.
La situación vivida por los contrebienses tuvo que ser muy angustiosa. Por ello, el autor ha tratado de recrear las difíciles decisiones que tuvieron que tomar, ya que era una ciudad de unos 5000 habitantes y muchos de ellos no tuvieron que estar de acuerdo con la decisión tomada por el gobernador, prefiriendo aliarse con las tropas de Sertorio.
Fuera como fuese, tuvo que ser un auténtico drama ya que se vieron obligados a decantarse por un bando u otro, Pompeyo o Sertorio, cuando en realidad no es tu guerra y tú no perteneces a ninguno de esos bandos. Las razones por las que decidieron apoyar a Pompeyo las desconocemos, ya que no hay documentación escrita, pero gracias a esta novela, podemos imaginar cuáles fueron las razones por las que decidieron defender sus murallas.
Se observa tras su lectura un buen trabajo de documentación. El propio Agustín nos confiesa que ,tras haber visitado las ruinas de Contrebia y por la curiosidad que le suscitó, comenzó a buscar información sobre la figura de Sertorio. Encontró poco, exceptuando lo que sabemos de él por Tito Livio. Aún así, como ya he dicho, contó con la ayuda de Pablo Ijalba que también nos puso al día sobre los intrincados asuntos políticos de los romanos.
También ayudó a Agustín a recrear el ambiente de la ciudad. Llegó incluso a simular para él cómo era el sistema de cloacas de la ciudad.
Está recreado de forma muy detallada; nos imaginamos recorriendo los distintos de la ciudad, sus casas, la majestuosidad de sus murallas, parece que sintamos la pestilidad y humedad de sus estrechas callejuelas...Nos convertimos en un celtíbero más de los que, por otra parte, procedemos.
Los que vivimos por esta zona sentimos muy nuestros los paisajes que describe y sobretodo la visión majestuosa del monte sagrado, Mons Cannus (Moncayo) y sus interminables nieves.
Otro rasgo más destacable, si cabe de esta novela, es el tratamiento de los personajes. La mayoría, y sobretodo el protagonista, son personajes redondos que van evolucionando a medida que se desarrollan los acontecimientos.
- Kalaitos; narrador y protagonista. Joven de 14 años que, en un principio se muestra como un chaval apático, pusilánime y sobretodo como un atípico celtíbero al que no le gustan las armas ni la lucha. Es un joven sensible y enamoradizo al que sólo le gusta salir al anochecer a recitar y cantar poemas bajo la ventana de su amada Stena.
Es a partir del asedio cuando vemos cómo Kalaitos se va transformando, a la fuerza, en un verdadero guerrero. Ya en la primera batalla que mantienen con los lusitanos, su padre le pide que se pasee por Contrebia con sus ropas ensangrentadas para que todo el mundo viese que había nacido un guerrero.
- Ambón, el herrero; padre de Kalaitos y gobernador de Contrebia. Nos lo describe como un hombre corpulento, de carácter agrio y tuerto de un ojo, debido a una anterior batalla contra Sertorio (de ahí su odio al rebelde). Anteriormente, sufrió también el asedio a otra ciudad, Calenda, la cual terminó siendo borrada de la faz de la tierra. Por tanto, conocemos a un gran hombre que luchará con valentía por sus convicciones al igual que tendrá que lidiar contra los miembros del Consejo que ya que algunos de ellos no estarán de acuerdo con él y querrán arrebatarle el poder.
También se observa cómo su caracter va evolucionando ya que, bajo esa aparente frialdad, se esconde un gran cabeza de familia que antepondrá el bienestar de su mujer y su hijo velando por su seguridad.
- Ania, la bella errante reina vaccea; madre de Kalaitos y esposa de Ambón. Es la típica mujer celtíbera, sumisa y silenciosa y dedicada a las labores del hogar y al cuidado de su hijo. Queda relegada a un segundo plano pero, a pesar de ello, se deja llevar por el amor de Nestos el cual sí que la ve como debe verse a una mujer.
- Nestos, el tracio; es el personaje más enigmático de la novela y a la vez el más cabal, sereno y pacífico. Llega a Contrebia como esclavo acompañando a un rico mercader, Amintos, el cual termina muriendo en extrañas circunstancias.
Conquistará el amos de Ania y la amará profundamente. Se nos muestra también como un gran guerrero y luchador y servirá de gran apoyo para Kalaitos; consigue serenarlo en los momentos más difíciles y en una ocasión incluso llega a salvarle la vida. Aún así el hecho de mostrarse como un gran guerrero y un gran orador, hará que surjan sospechas y desconfianzas en torno a su figura.
Para Kalaitos "no parecía un hombre convencional, un mortal como cualquiera de nosotros, sino más bien, un enviado con extraños poderes. Uno de esos seres mitológicos y misteriosos que siempre pensé que sólo existían en los cuentos de la vieja Orsua".
- Liteno, el tabernero; gran amigo y compañero de fatigas de Ambón. Al igual que éste, luchará hasta el final por Contrebia. Anteriormente, también había luchado contra Sertorio pero en el sur de Hispania, con lo cual ya era un veterano en lo concerniente a este tipo de asedios.
- Bilinos, sumo sacerdote Antagonista, junto con Sertorio, de Ambón. Pretende, a través de sus sutiles artimañas, arrebatarle el poder a Ambón y hacerse con el gobierno de la ciudad. Va en contra de todas las decisiones tomadas por él y trata también de poner en su contra a Kalaitos.
Forma parte del Consejo de la ciudad y a través de sus supuestos poderes adivinatorios,como druida y brujo, tratará de poner en contra de Ambón a los habitantes.
Kalaitos lo describe como: "un espantajo de harapos y huesos. Un espantapájaros maléfico, sin embargo, de cuyos ojos de diablo chiflado, emanaba un irresistible y perverso poder de convicción".
- Stena, el amor de Kalaitos. Para ella, sin embargo, el joven sólo es un juguete que maneja a su antojo. Ella realmente está enamorada del apuesto joven guerrero Balkar (miembro también del Consejo)
- Vecco; esclavo africano de Ambón. Sólo se dedica a trabajar en la herrería, no sale de allí. Ni siquiera acepta la libertad que su amo le ofrece. Se nos muestra como un ser enigmático, supersticioso y sobretodo fiel.
- Sertorio, general romano y antagonista principal. Es definido como: "el hombre que llegó de África para dominar Hispania, el caudillo de lusitanos, el enemigo público de Roma".
Es muy parecido a Ambón, de su misma edad, su misma envergadura y buen físico a pesar de tener también un ojo tuerto. Las intenciones de Sertorio son las de adueñarse de todo el Valle del Ebro y de toda la celtiberia.
La diferencia entre ambos contrincantes radica en el tiempo: para Sempronio el tiempo apremia ya que se supone que Pompeyo está al caer, en cambio a Ambón le sobra. En las bodegas de Contrebia hay víveres como para dos años, cosa que no ocurrió en Numancia los cuales acabaron muriendo de hambre.
En el estilo de la novela se aprecia un lenguaje muy cuidado y un amplio vocabulario, sobretodo por la aparición de términos propios celtíberos a la hora de referirse a elementos propios de la vestimenta, las armas de lucha...así como la amplia nomenclatura referida a distintos dioses.
Lo que no me ha gustado tanto es el excesivo uso de la retórica, sobretodo en la utilización constante de símiles que hacen el ritmo de lectura más lento, así como la construcción de oraciones excesivamente largas. Esto último ocurre sobretodo al inicio de la novela ya que quizás se entretiene algo más presentando a los personajes. Todo ello contribuyó a que, en un principio la lectura me resultase un tanto enrevesada pero enseguida, conforme se van sucediendo los acontecimientos, el ritmo se acelera.
Un aspecto que me ha resultado muy acertado por parte del autor es la elección de Kalaitos como hilo conductor de la historia. El punto de vista del adolescente hace que observemos los acontecimientos desde otra perspectiva, más inocente y no por ello menos dura.
De esta forma, además y como el propio Agustín pretendía, la novela llega a un lector más amplio llegando a poder ser leída por jóvenes ávidos de aventuras.
No estamos ante una novela de romanos al uso. Su temática me ha resultado de lo más interesante. El autor ha sabido rescatar una porción de nuestra historia aparcada y que, cuando menos, resulta interesante. No tuvo que ser nada fácil formar parte de ese Consejo formado por 23 personas en el que tuvo que haber más que palabras, acostumbrados como estaban a resolver problemillas de otra índole. Se incluyen magníficos pasajes en los que se habla de la sin razón de estas guerras y los sentimientos que provocaban en los desfavorecidos esas pequeñas victorias: " En la guerra sólo cuenta el hoy y mucho más el ahora. En la borrachera de júbilo que sigue a la victoria, no importan los muertos propios , ni las heridas, ni tampoco el mañana. Lo único que incumbe al guerrero es ver al enemigo vencido o huyendo, aunque la victoria hata sido pírrica, aunque el futuro sea del color del plumaje de un cuervo. [...] Esa es la peligrosa ceguera del guerrero que se cree vencedor y no es capaz de ver sus propias heridas"
El final de la historia me ha parecido magnífico con la utilización de esa paradoja que no voy a desvelar. Se trata de un final circular pero en esta ocasión desde el otro lado. El mismo Agustín nos confesó que los finales resultan en ocasiones más complicados que el inicio y pienso que en este caso ha acertado.
Gracias a esta novela he podido imaginar esos sentimientos de desolación y frustración que tuvieron que sufrir los habitantes de una ciudad asediada, sea cual fuese
"No hay tragedia mayor para unos sitiados que ver resquebrajarse los muros que los defienden. Porque ese es el momento en que todo se acaba. Los esfuerzos, las penurias, el dolor y la esperanza, todo se escapa por la brecha abierta como el agua se filtra a través de la lona rajada de un saco".
Concluyo recomendando esta novela, no sólo por su nivel de entretenimiento, sino también por esa forma tan gráfica de entender nuestra historia, la de los celtíberos los cuales, a base de coraje, defendieron su Hispanis, nuestra Hispania. A pesar de que somos herederos de la cultura romana: lengua, infraestructuras...no podemos olvidar que fueron los celtíberos nuestros antepasados.
Merece la pena acompañar a Kalaitos en esta aventura.
¡Enhorabuena Agustín!
Os dejo también una entrevista realizada a Agustín en un programa de tvr http://www.larioja.com/videos/tvr/actualidad-riojana/2161499035001-entrevistamos-agustin-tejada-autor-contrebia-leucade.html
Si además queréis información sobre las visitas guiadas os remito a la página web http://www.contrebialeucade.com/
"Contrebia Leucade, año 57 a.C.
Mi maestro Placidio solía decirme cuando me encontraba triste que mi nolstalgia no era otra cosa que la puñalada silenciosa de mi pensamiento, hurgando con su daga en el laberinto de los recuerdos. Quiso enseñarme a aplacar esa desazón punzante que a veces marchitó mi ánimo; o, cuando menos, a mitigarla con el consuelo de un futuro glorioso. Sin embargo, ahora que la veo de nuevo, después de tanto tiempo, me doy cuenta de que uno nunca logra extinguir del todo los rescoldos del pasado"
Centrándonos en esta novela y como él mismo nos contó en la presentación del libro, la inspiración le vino tras visitar las ruinas de esta ciudad celtíbera: 'la ciudad blanca'. Digamos que, mientras disfrutaba de la visita guiada llegaron a su mente imágenes del asedio y llegó a sus oídos el silbido de las flechas y el aullido desgarrador de sus habitantes. Le sorprendió el hecho de que una ciudad así llegase a enfrentarse con las tropas romanas a sabiendas de que llevaban las de perder.
A mí, la lectura de este libro también me ha servido para descubrir estas ruinas ya que, a pesar de estar en mi propia tierra, desconocía su existencia. Resultan de lo más interesante así que antes de entrar de lleno en el análisis de la novela, os voy a situar en cuanto al entorno de la ciudad y la historia de Contrebia.
Contrebia Leucade (o Leukade) es una ciudad de origen celtíbero que se remonta a la Edad de Hierro. Sus ruinas se han mantenido en relativo buen estado y concretamente está situada en Aguilar del Río Alhama (La Rioja). La mitad de la ciudad está protegida por un acantilado, mientras que la otra mitad por una gran muralla de características únicas para la época.
Poco se sabe sobre su historia, a pesar de su importancia en la evolución de la Península Ibérica. A pesar de ello, algunos acontecimientos sí que fueron recogidos por el historiador Tito Livio, el cual, narró el fin de las guerras sertorianas en las que se enfrentaron Sertorio y Pompeyo (s.I a.C.).
En un breve fragmento de su obra Historia de Roma hace referencia al asedio que sufrió Contrebia por parte de Sertorio durante 44 días. Los contrebienses se mantuvieron firmes y lucharon hasta el final y fue este acontecimiento lo que sorprendió al autor y es por ello que ha querido plasmarlo en la novela.
A la vez, retrata de forma muy fidedigna la ciudad ya que parece que estemos allí, recorriendo sus estrechas callejuelas. Tanto la gran muralla como el foso, jugaron un papel muy importante en el asedio y lo mismo ocurre con las cloacas las cuales adquieren un protagonismo importante dentro de la novela.
Os dejo aquí un recorrido virtual de la ciudad para que os hagáis una idea de cómo están sus ruinas. Este vídeo pertenece a la serie Rioja Cultura
En la presentación del libro también estuvo presente el historiador y profesor riojano Pablo Ijalba, el cual se encargó de ponernos un poco al día sobre la figura de Sertorio (el gran olvidado).
Quinto Sertorio fue un magnífico militar, enemigo de Sila. Esta enemistad se forjó porque, en un principio Sila había nombrado a Sertorio Pretor de la Hispania Citerior pero, cuando Sila se apoderó de Roma, le quitó el título otorgándoselo a otro y esto provocó que Sertorio se rebelara tratando de ganarse el favor de las tribus indígenas de la Península. Sila mandó a Pompeyo para que frenara los embites de Sertorio y al final fue vencido pero por traición.
Fue un magnífico militar y un gran estratega que supo aprovechar las habilidades de los hispanos, surgiendo ya entonces las llamadas guerra de guerrillas. Por un instante llegó incluso a emular la República romana en Hispania.
Sinopsis: Se trata de una historia contada en primera persona por su protagonista a modo de flash-back. Siendo ya adulto, se presenta acompañado de Máximo Tiberio, ante las puertas de Contrebia Leucade, su ciudad natal y su memoria comienza a viajar remontándose al año 77 a.C. Por aquel entonces, el general romano Sertorio se rebela contra Sila y, acompañado por los lusitanos, decide conquistar la Península. Para combatir a Sertorio, Roma crea y manda el ejército de Pompeyo el cual está a punto de llegar desde los Pirineos.
Cuando Sertorio llega a las puertas de la ciudad blanca, se encuentra con que su gobernador Ambón lo odia y decide resistir. No quiere participar en una guerra civil que no le incumbe. A partir de ese momento, el lector será testigo de lo que sucede en el interior de esa ciudad asediada y observamos cómo la caída del último bastión celtíbero, dependerá del hijo de Ambón, Kalaitos, y de Nestor, un esclavo llegado a Contrebia poco antes del asedio y que no es quien aparenta ser.
La verdad es que el argumento me pareció bastante atrayente ya que yo siempre he estado más acostumbrada a leer otro tipo de novela histórica, más relacionado con la Edad Media. Además son unos acontecimientos de los que apenas tenemos conocimiento.
El propio Agustín reconoce no haberlos conocido hasta que no visitó las ruinas de Contrebia. De Sertorio no se habla en los institutos, quizás por su faceta de rebelde ante el Imperio Romano.
La situación vivida por los contrebienses tuvo que ser muy angustiosa. Por ello, el autor ha tratado de recrear las difíciles decisiones que tuvieron que tomar, ya que era una ciudad de unos 5000 habitantes y muchos de ellos no tuvieron que estar de acuerdo con la decisión tomada por el gobernador, prefiriendo aliarse con las tropas de Sertorio.
Fuera como fuese, tuvo que ser un auténtico drama ya que se vieron obligados a decantarse por un bando u otro, Pompeyo o Sertorio, cuando en realidad no es tu guerra y tú no perteneces a ninguno de esos bandos. Las razones por las que decidieron apoyar a Pompeyo las desconocemos, ya que no hay documentación escrita, pero gracias a esta novela, podemos imaginar cuáles fueron las razones por las que decidieron defender sus murallas.
Se observa tras su lectura un buen trabajo de documentación. El propio Agustín nos confiesa que ,tras haber visitado las ruinas de Contrebia y por la curiosidad que le suscitó, comenzó a buscar información sobre la figura de Sertorio. Encontró poco, exceptuando lo que sabemos de él por Tito Livio. Aún así, como ya he dicho, contó con la ayuda de Pablo Ijalba que también nos puso al día sobre los intrincados asuntos políticos de los romanos.
También ayudó a Agustín a recrear el ambiente de la ciudad. Llegó incluso a simular para él cómo era el sistema de cloacas de la ciudad.
Está recreado de forma muy detallada; nos imaginamos recorriendo los distintos de la ciudad, sus casas, la majestuosidad de sus murallas, parece que sintamos la pestilidad y humedad de sus estrechas callejuelas...Nos convertimos en un celtíbero más de los que, por otra parte, procedemos.
Los que vivimos por esta zona sentimos muy nuestros los paisajes que describe y sobretodo la visión majestuosa del monte sagrado, Mons Cannus (Moncayo) y sus interminables nieves.
Otro rasgo más destacable, si cabe de esta novela, es el tratamiento de los personajes. La mayoría, y sobretodo el protagonista, son personajes redondos que van evolucionando a medida que se desarrollan los acontecimientos.
- Kalaitos; narrador y protagonista. Joven de 14 años que, en un principio se muestra como un chaval apático, pusilánime y sobretodo como un atípico celtíbero al que no le gustan las armas ni la lucha. Es un joven sensible y enamoradizo al que sólo le gusta salir al anochecer a recitar y cantar poemas bajo la ventana de su amada Stena.
Es a partir del asedio cuando vemos cómo Kalaitos se va transformando, a la fuerza, en un verdadero guerrero. Ya en la primera batalla que mantienen con los lusitanos, su padre le pide que se pasee por Contrebia con sus ropas ensangrentadas para que todo el mundo viese que había nacido un guerrero.
- Ambón, el herrero; padre de Kalaitos y gobernador de Contrebia. Nos lo describe como un hombre corpulento, de carácter agrio y tuerto de un ojo, debido a una anterior batalla contra Sertorio (de ahí su odio al rebelde). Anteriormente, sufrió también el asedio a otra ciudad, Calenda, la cual terminó siendo borrada de la faz de la tierra. Por tanto, conocemos a un gran hombre que luchará con valentía por sus convicciones al igual que tendrá que lidiar contra los miembros del Consejo que ya que algunos de ellos no estarán de acuerdo con él y querrán arrebatarle el poder.
También se observa cómo su caracter va evolucionando ya que, bajo esa aparente frialdad, se esconde un gran cabeza de familia que antepondrá el bienestar de su mujer y su hijo velando por su seguridad.
- Ania, la bella errante reina vaccea; madre de Kalaitos y esposa de Ambón. Es la típica mujer celtíbera, sumisa y silenciosa y dedicada a las labores del hogar y al cuidado de su hijo. Queda relegada a un segundo plano pero, a pesar de ello, se deja llevar por el amor de Nestos el cual sí que la ve como debe verse a una mujer.
- Nestos, el tracio; es el personaje más enigmático de la novela y a la vez el más cabal, sereno y pacífico. Llega a Contrebia como esclavo acompañando a un rico mercader, Amintos, el cual termina muriendo en extrañas circunstancias.
Conquistará el amos de Ania y la amará profundamente. Se nos muestra también como un gran guerrero y luchador y servirá de gran apoyo para Kalaitos; consigue serenarlo en los momentos más difíciles y en una ocasión incluso llega a salvarle la vida. Aún así el hecho de mostrarse como un gran guerrero y un gran orador, hará que surjan sospechas y desconfianzas en torno a su figura.
Para Kalaitos "no parecía un hombre convencional, un mortal como cualquiera de nosotros, sino más bien, un enviado con extraños poderes. Uno de esos seres mitológicos y misteriosos que siempre pensé que sólo existían en los cuentos de la vieja Orsua".
- Liteno, el tabernero; gran amigo y compañero de fatigas de Ambón. Al igual que éste, luchará hasta el final por Contrebia. Anteriormente, también había luchado contra Sertorio pero en el sur de Hispania, con lo cual ya era un veterano en lo concerniente a este tipo de asedios.
- Bilinos, sumo sacerdote Antagonista, junto con Sertorio, de Ambón. Pretende, a través de sus sutiles artimañas, arrebatarle el poder a Ambón y hacerse con el gobierno de la ciudad. Va en contra de todas las decisiones tomadas por él y trata también de poner en su contra a Kalaitos.
Forma parte del Consejo de la ciudad y a través de sus supuestos poderes adivinatorios,como druida y brujo, tratará de poner en contra de Ambón a los habitantes.
Kalaitos lo describe como: "un espantajo de harapos y huesos. Un espantapájaros maléfico, sin embargo, de cuyos ojos de diablo chiflado, emanaba un irresistible y perverso poder de convicción".
- Stena, el amor de Kalaitos. Para ella, sin embargo, el joven sólo es un juguete que maneja a su antojo. Ella realmente está enamorada del apuesto joven guerrero Balkar (miembro también del Consejo)
- Vecco; esclavo africano de Ambón. Sólo se dedica a trabajar en la herrería, no sale de allí. Ni siquiera acepta la libertad que su amo le ofrece. Se nos muestra como un ser enigmático, supersticioso y sobretodo fiel.
- Sertorio, general romano y antagonista principal. Es definido como: "el hombre que llegó de África para dominar Hispania, el caudillo de lusitanos, el enemigo público de Roma".
Es muy parecido a Ambón, de su misma edad, su misma envergadura y buen físico a pesar de tener también un ojo tuerto. Las intenciones de Sertorio son las de adueñarse de todo el Valle del Ebro y de toda la celtiberia.
La diferencia entre ambos contrincantes radica en el tiempo: para Sempronio el tiempo apremia ya que se supone que Pompeyo está al caer, en cambio a Ambón le sobra. En las bodegas de Contrebia hay víveres como para dos años, cosa que no ocurrió en Numancia los cuales acabaron muriendo de hambre.
En el estilo de la novela se aprecia un lenguaje muy cuidado y un amplio vocabulario, sobretodo por la aparición de términos propios celtíberos a la hora de referirse a elementos propios de la vestimenta, las armas de lucha...así como la amplia nomenclatura referida a distintos dioses.
Lo que no me ha gustado tanto es el excesivo uso de la retórica, sobretodo en la utilización constante de símiles que hacen el ritmo de lectura más lento, así como la construcción de oraciones excesivamente largas. Esto último ocurre sobretodo al inicio de la novela ya que quizás se entretiene algo más presentando a los personajes. Todo ello contribuyó a que, en un principio la lectura me resultase un tanto enrevesada pero enseguida, conforme se van sucediendo los acontecimientos, el ritmo se acelera.
Un aspecto que me ha resultado muy acertado por parte del autor es la elección de Kalaitos como hilo conductor de la historia. El punto de vista del adolescente hace que observemos los acontecimientos desde otra perspectiva, más inocente y no por ello menos dura.
De esta forma, además y como el propio Agustín pretendía, la novela llega a un lector más amplio llegando a poder ser leída por jóvenes ávidos de aventuras.
No estamos ante una novela de romanos al uso. Su temática me ha resultado de lo más interesante. El autor ha sabido rescatar una porción de nuestra historia aparcada y que, cuando menos, resulta interesante. No tuvo que ser nada fácil formar parte de ese Consejo formado por 23 personas en el que tuvo que haber más que palabras, acostumbrados como estaban a resolver problemillas de otra índole. Se incluyen magníficos pasajes en los que se habla de la sin razón de estas guerras y los sentimientos que provocaban en los desfavorecidos esas pequeñas victorias: " En la guerra sólo cuenta el hoy y mucho más el ahora. En la borrachera de júbilo que sigue a la victoria, no importan los muertos propios , ni las heridas, ni tampoco el mañana. Lo único que incumbe al guerrero es ver al enemigo vencido o huyendo, aunque la victoria hata sido pírrica, aunque el futuro sea del color del plumaje de un cuervo. [...] Esa es la peligrosa ceguera del guerrero que se cree vencedor y no es capaz de ver sus propias heridas"
El final de la historia me ha parecido magnífico con la utilización de esa paradoja que no voy a desvelar. Se trata de un final circular pero en esta ocasión desde el otro lado. El mismo Agustín nos confesó que los finales resultan en ocasiones más complicados que el inicio y pienso que en este caso ha acertado.
Gracias a esta novela he podido imaginar esos sentimientos de desolación y frustración que tuvieron que sufrir los habitantes de una ciudad asediada, sea cual fuese
"No hay tragedia mayor para unos sitiados que ver resquebrajarse los muros que los defienden. Porque ese es el momento en que todo se acaba. Los esfuerzos, las penurias, el dolor y la esperanza, todo se escapa por la brecha abierta como el agua se filtra a través de la lona rajada de un saco".
Concluyo recomendando esta novela, no sólo por su nivel de entretenimiento, sino también por esa forma tan gráfica de entender nuestra historia, la de los celtíberos los cuales, a base de coraje, defendieron su Hispanis, nuestra Hispania. A pesar de que somos herederos de la cultura romana: lengua, infraestructuras...no podemos olvidar que fueron los celtíberos nuestros antepasados.
Merece la pena acompañar a Kalaitos en esta aventura.
¡Enhorabuena Agustín!
Os dejo también una entrevista realizada a Agustín en un programa de tvr http://www.larioja.com/videos/tvr/actualidad-riojana/2161499035001-entrevistamos-agustin-tejada-autor-contrebia-leucade.html
Si además queréis información sobre las visitas guiadas os remito a la página web http://www.contrebialeucade.com/
"Contrebia Leucade, año 57 a.C.
Mi maestro Placidio solía decirme cuando me encontraba triste que mi nolstalgia no era otra cosa que la puñalada silenciosa de mi pensamiento, hurgando con su daga en el laberinto de los recuerdos. Quiso enseñarme a aplacar esa desazón punzante que a veces marchitó mi ánimo; o, cuando menos, a mitigarla con el consuelo de un futuro glorioso. Sin embargo, ahora que la veo de nuevo, después de tanto tiempo, me doy cuenta de que uno nunca logra extinguir del todo los rescoldos del pasado"
Últimamente no leo mucha novela histórica, me cansé y la tengo un poco abandonada, pero ésta que nos traes tiene muy buena pinta, sobre todo por la época en que está ambientada, que no ha sido muy explotada en literatura.Un beso
ResponderEliminarLlevas razón Pilar. Me ha ocurrido lo mismo, me cansé un poco de la novela histórica pero la verdad es que ésta no tiene nada que ver por lo que dices. Resulta diferente.
Eliminar